Sabemos que es dificil vivir en la tridimensioalidad,
rodeado de seres que creen que la tridimensión es
la "verdadera" realidad, que es todo lo que existe,
y sostener al mismo tiempo la luz del cambio.Tener apertura
de mente y corazón
hacia las infinitas posibilidades del universo.
Ustedes han elegido este camino, y están transitándolo
con valentía.
Sin embargo, no encuentran un camino fácil, y
los continuos contratiempos muchas veces los "descorazonan" y
pierden la fuerza o el entusiasmo.
Todo cambio implica
dejar ir lo viejo para poder abrazar lo nuevo, y ustedes
viven un tiempo
en que lo viejo está desapareciendo y no ven aun
lo nuevo.
Aparecen entonces los miedos y las dudas que están
siempre al acecho.
Fluyan, fluyan con el oleaje. No se preocupen, confien
en la sabiduría
del Universo.
Si se sienten desmotivados, no se maltraten, tómense un tiempo
para ser, para estar, no hagan nada. Si no se sienten motivados a
meditar, no se lo autoimpongan. Cuando lo necesiten lo harán.
No se creen obligaciones para con la luz, ni carguen con la responsabilidad
de cambiar al mundo.
Su responsabilidad está en el hecho de reconocer
la verdad. Al reconocerla la están creando
como su realidad.
Esto es así aunque no lo puedan ver aún. Y no lo pueden
ver porque están en tercera dimensión.
No tengan ansiedad por ver lo nuevo. Sólo sepan
que ya es y descansen en la alegria y la paz de ser luz,
de saberse luz.
La verdad es gozosa, es bella, es relajada.
Deben aprender a no crear tensiones. Es un hábito
el crear tensiones en el mundo y en sus cuerpos. Pueden elegir
soltarlo.
Confien en que el dolor es apariencia creada por ustedes
por costumbre, por hábito, porque es lo que siempre
han hecho.
Cuando se reconozcan recreándolo, suelten, bailen, canten,
rían. Eso ayudará, ciertamente a sus seres queridos
que están en sufrimiento mucho más que si ustedes se
plegaran a él.
Porque así les dan un modelo de posibilidad y al mismo tiempo
les quitan el peso de la preocupación ajena sobre ellos, que
ciertamente es una energía que no es de ayuda.
Enfóquense en vivir con alegría de la mejor manera posible.
Trátense a si mismos como les hubiese gustado ser tratados
de niños. Trátense como si aún fuesen niños.
Ámense plenamente. Así brillará su luz y se expandirá
mucho más facilmente de lo que lo haría si
se sentaran a meditar.
Sean lo que proclaman. Manifiesten su luz. Vivan en plenitud.
La alegría es la clave.
Suelten el dolor, la exigencia, las imágenes de lo que "debe
ser " y sean felices.
Eso los llevará inmediatamente al mundo que están
deseando y esperando.
Sepan que ese mundo ya es.