La vida es una. Todos somos aspectos o manifestaciones de
esa vida una.
Todo está interconectado y por lo tanto todos lo estamos.
Lo que tu eres forma parte de todos y todos forman parte de
ti. Así de
maravillosa, a la vez simple y compleja es la vida.
Cuando manifiestas tu intención de comunicarte con cada ser, ya está ocurriendo
porque la conexión que existe es permanente, indestructible y tambien
instantánea.
Es cierto que habitualmente no tienen consciencia de esto, pero la comunicación
siempre llega al nivel de ser al que va destinada.
Cuando meditas e invitas a cada ser, a cada partícula del universo a
que recuerde su conexión con la fuente, ten certeza de que realmente
está ocurriendo.
Estás despertando un profundo clamor interior en cada ser, en cada átomo
que estás invocando.
Si invitas a la paz ocurre de la misma manera.
Recuerda sin embargo que la conexión con la fuente incluye todo, tambien
incluye a la paz.
Si estás conectado a la fuente, eres paz, eres amor, eres gozo, estás
en perfección.
Muchas veces los seres humanos que oran no tienen consciencia de las maravillas
que generan,
y esto es porque todavia necesitan ver los resultados en tiempo lineal.
Es necesario que abran su comprensión a la vastedad de la manifestación
divina, a la sincronía y a la sutileza.
Todo, el todo, está en continua transformación. Sin embargo es
una transformación que no se autoimpone, que respeta los procesos y
las elecciones de cada una de sus partes.
La cocreación es una maravilla en si misma. Siempre supera las expectativas
del cocreador, por que lo que se manifiesta es el resultado del accionar conjunto
de cada una de las partes de la totalidad.
Descansen en esta certeza. No intenten definir de que manera cobrarán
vida sus cocreaciones.
Permítanse ser sorprendidos por las manifestaciones de las cuales fueron
o son causa.
Vivan en el gozo y la serenidad de experimentar la vida como un juego magnífico.
Sigan cocreando al planeta Tierra que vive en sus sueños.
Serán maravillados.
Serán sorprendidos.
Y el todo, todos, será, seremos enriquecidos.
Agradecemos su amorosa dedicación.
Somos con ustedes en el Amor Uno