El tema del que quisiéramos hablar hoy
es el de la comunicación.
Como todo en el Universo, cada palabra, cada concepto tiene infinitos
planos o niveles de manifestación. Infinitos matices, infinitos
ángulos, infinitos sonidos, según elijan percibirlos.
Cada cosa, concepto o emoción con la que se relacionan está
presentándoles un aspecto de los muchos que posee en función
de sus creencias y enfoques particulares.
La comunicación es un concepto de increíbles dimensiones
que ustedes como seres humanos están viendo crecer día
a día aunque lejos de imaginar sus alcances más profundos.
La comunicación es vital para el crecimiento y desarrollo de
la vida en general. La comunicación está produciéndose
permanentemente en todos los niveles de existencia. Hay comunicación
permanente entre cada una de sus células, entre las partículas
subatómicas, entre los individuos de una misma especie, entre
los de diferentes especies, entre los planetas y las galaxias. Y cada
uno de ustedes, consciente o no de ello, está en permanente
comunicación con cada uno de los aspectos ya sean micro o macro
de sí mismo y del Todo.
Esa comunicación existe permanentemente sea o no consciente.
El Universo Todo se mueve en sintonía gracias a esta
comunicación,
a esta "conversación" la cual determina
su ritmo, su vibración. Es de esta manera
como la armonía dinámica
del Universo se establece y re-equilibra a cada instante.
Cuando se va creciendo en consciencia, va creciendo también
la posibilidad de CREAR dentro de esta conversación, a través
de la intención consciente. Y esto va aportando a la riqueza
y vitalidad de Todo Lo Que Es.
Es a través de esta conversación que el Todo se recrea,
se nutre y se expande.
Aceptando que es posible para los seres humanos participar
en consciencia de la creación de Todo Lo Que Es, cuánto
más simple debiera parecer la posibilidad de intervenir en
las conversaciones internas dentro de sus propios sistemas cuerpo-mente-espíritu
para inducir la armonía de manera consciente.
En realidad esta intervención o participación
se produce siempre, porque es la manera natural de interacción.
Sin embargo la falta de consciencia de esta verdad, origina no sólo
que la consciencia no conduzca los procesos de reequilibrio, sino
que permite la intervención de energías ajenas al sistema.
Esto último entorpece y demora el proceso de reequilibrio permanente
que además, muchas veces resulta conducido por creencias de
limitación. Es así y no de otra manera, en que aparecen
en el sistema "el dolor","la enfermedad" y "la
muerte".
Les sugerimos que comiencen de a poco a comprobar la veracidad
de estos conceptos, interviniendo conscientemente en las
conversaciones
internas entre sus órganos, sus células,
sus sistemas. Si perseveran y logran llegar un poco
más allá de los
límites de sus propios sistemas de creencias,
sabrán
con certeza del maravilloso don que cada ser posee,
ya que su vida se habrá transformado a partir
de su propia creación
consciente.