Se me reconoce en la Tierra por ser portador de mensajes
divinos.
Se me reconoce también por llevar siempre el mensaje portando
una vara florida.
Existe una razón. Una flor es algo muy especial.
Las flores son manifestación de perfección, de amor,
de entrega, de desinterés.
Las plantas expresan sus energías más sublimes en cada
una de sus flores.
Cada flor es una expresión de armonía y belleza. Su
presencia embellece al planeta.
El ser humano frente a una flor sonríe interiormente.
Por un instante recuerda, se conecta, con la majestuosidad de Todo
Lo Que Es.
Su forma, su color su aroma son una plasmación perfecta de
la plenitud de la vida.
Las flores son amor y creatividad manifestadas. Su mensaje es simple,
muy simple:
Así como esta planta dio forma a esta flor,
partiendo de su energía interna y de su interacción
con el Cielo y la Tierra;
así tú, ser humano, también en conexión
con el Cielo y la Tierra, puedes manifestar
tu propia flor.
Y tu flor eres tú mismo.
Tú mismo sabiéndote UNO con el Universo Todo. Eres tú
mismo elevando tu vibración, abriendo tus centros, derramando
amor
hacia Todo Lo Que Es sin condicionamientos, sin ataduras,
sin expectativas. Sólo permitiéndote
manifestar la verdad, la belleza
que portas. Eres tu mismo como manifestación de las energías
más elevadas y sutiles de la humanidad.
No necesitas esperar a que la humanidad "mejore", "cambie",
"evolucione". Simplemente exprésate como manifestación
de la
perfección divina. Conviértete en la flor que eres en
potencia. La humanidad se elevará contigo porque habrá florecido.
En el Amor Uno con ustedes siempre