Queridos, lo más importante,
lo fundamental, lo único
que puede hacer una diferencia significativa en vuestro
mundo es que cada uno porte el Amor Uno en su corazón,
en forma permanente.
Es irradiarlo desde su corazón en cada instante,
a cada paso. Es irradiar con Amor cada cosa que
sus mentes tocan.
Es vivir en comunión con el Amor Uno, sin juicios hacia
ninguna cosa, hacia ningún ser. Sin juicios
hacia ustedes mismos.
Permanezcan en sus corazones y desde allí conéctense
con el mundo con la vida.
La perspectiva será muy
diferente.
Como seres humanos su tendencia es a salir de sus
ejes, a salir de sus corazones y entrar en los juicios
que la dualidad propone.
Es natural que así sea por lo tanto ocurre y ocurrirá.
Cuando perciban que están en esa situación, suelten
todo juicio, toda autocondena y regresen a sus corazones.
En
el planeta hoy encontrarán la energía
muy polarizada. Hay mucha energía de discordia
y dolor. Sin embargo al mismo tiempo hay mucha energía
luminosa, como nunca antes la hubo.
Permanezcan en el centro de sus corazones, irradiando
luz-amor y observen el interjuego de energías que se está desplegando
en la Tierra. Háganlo sin juicios. Sólo es energía
a la que le dan formas, nombres, colores.
Ese interjuego poco
a poco irá logrando la fusión de las polaridades,
la fusión de los extremos, para entrar en
un tiempo y espacio de unidad amorosa y plena, de
potencialidad total.
Mientras más permanezcan en sus corazones, más
suave será la transición de los extremos
al centro, de la dualidad a la unidad. Más
cerca estará el regreso a reconocerse morando
en el Amor Uno, a reconocerse siendo el Amor Uno.