Una suave y cálida brisa recorre el planeta
tocando los corazones de todos los seres humanos. Los
corazones están despertando poco a poco. Están
despertando en cadena porque están todos
conectados.
Hoy despierta y se ilumina uno aquí, mañana
otro allá. Gracias a la red invisible
que los une.
Algunos lo han logrado trabajando sobre si
mismos con perseverancia y tesón. Otros despiertan simplemente
por empatía. Otros, cual bellas durmientes,
se encienden porque ya es tiempo.
Esa brisa cálida es una corriente de
Amor Incondicional.
Todavía es tenue. Pero está circulando
permanentemente, haciéndose cada día
más fuerte en la medida en que van encendiéndose
más corazones.
Son pocos los que la perciben. Sin embargo
está danzando
al son de la música de sus corazones, porque
ustedes se están transformando en resonadores
del Amor Uno.
Presten atención a “las pequeñas
cosas”, a los gestos de solidaridad, de compasión,
a las alegrías pequeñas y cálidas,
a las búsquedas de soluciones para sanear su
planeta. Verán que son cada vez más frecuentes.
Pronto constituirán la forma habitual de relacionarse
y convivir en el planeta Tierra. Pronto no habrá más
lugar para egoísmos, mezquindades o individualismos.
Y esto provendrá de esta suave brisa
que crece y se fortalece con el amor de sus
corazones.
Confíen y presten atención. Sientan la
brisa tocándolos amorosa y suavemente. Mantengan
la alegría en sus corazones. ¡La Humanidad
está resonando con el Amor Uno!