Se sienten como si estuvieran nadando solos en el mar, en medio de un fuertísimo oleaje. El oleaje de a ratos se apacigua y de a ratos se intensifica fuertemente.
Se han dado cuenta de que luchar contra el oleaje es imposible, de que el miedo no ayuda tampoco. Sólo queda flotar sin resistencias, dejarse llevar y CONFIAR.
Confiar en que ciertamente atravesarán la tormenta y encontrarán aguas calmas, tibias y acogedoras.
¡Atrévanse a imaginar que más allá de la tormenta los espera no sólo la paz, sino el PARAÍSO!
¡Atrévanse a imaginarlo en detalle! ¡Atrévanse a crearlo!
No pongan su atención en “cómo” atravesar el oleaje.
Sólo déjense llevar y participen activamente de la creación del “lugar de llegada”, del lugar o espacio donde quieren vivir. Ese lugar a donde su corazón los quiere llevar.
No se pongan límites, ni busquen merecimientos.
Entiendan que llegarán a un lugar cuya vibración les brinda posibilidades infinitas.
No están habituados y no lo entienden completamente todavía. Sus mentes lo aceptan tal vez como posibilidad, pero sus cuerpos no tienen registros a partir de los cuales crear sus paraísos, sus oasis.
Utilicen su imaginación y permítanse volar cada vez un poco más alto. Creen majestuosamente desde lo más profundo de sus corazones.
Estén dichosos. Todo el Universo les sonríe.
No se enfoquen en el detalle de lo que tienen que superar, ni de qué manera hacerlo. No se enfoquen en el oleaje.
Elévense amorosamente por sobre las aguas y VUELEN……
